Los girasoles de Van Gogh
Es increíble como tu mente puede transformar todo tu entorno con tan sólo un toque; cual varita mágica te traslada a los lugares más lejanos; a las diferentes edades del tiempo y atraparte en los lugares más insospechados. Y ¿Por qué no, en una pintura? Una habitación de cuatro paredes y una ventana se pueden llenar de color con tan sólo un detalle. Las historias se esconden en esos pequeños detalles que llegan a tu puerta con un mensaje entre sus pétalos. Hoy este pequeño espacio está decorado con las flores del sol. A través de sus grandes pupilas cafés parecen mirarme con ternura y serenidad. Ponerlas en un florero puede convertirse en una tarea nada fácil de realizar si no tienes ayuda. Aprendimos de la nobleza y esfuerzo de estas flores para levantarse con orgullo. En medio de esa danza de manos intentando levantar sus corolas, poco a poco…